Las pápulas perladas tienen un nombre científico aunque menos habitual,
quizás por su difícil pronunciación: hirsuties papillaris genitalis. Lo cierto es
que están comprendidas en el ámbito de los problemas dermatológicos o del
estudio médico de los problemas de la piel. Tanto comprometen la capa más
superficial de la piel, la epidermis, como la capa interna más gruesa que se
encuentra por debajo de la epidermis, la dermis.
Esas pequeñas protuberancias solo son padecidas por los hombres. No se da
este problema con idénticas características en las mujeres de ninguna edad,
ni en el área de la vagina ni siquiera en otras partes del cuerpo. Como ya
dijimos, las pápulas perladas se localizan en derredor de la base del glande,
bálano o cabeza del miembro viril.
Nos resta agregar que, aunque puede
darse, muy rara vez suelen esparcirse por toda la superficie del glande.
¿Dentro de qué edades suelen estar comprendidos los hombres que tienen
pápulas perladas? Por lo general son púberes, adolescentes u hombres de
mediana edad, en un período comprendido entre los 12 y los 45 años de edad.
Según datos aproximados, casi de un cuarenta a un ochenta por ciento de los
hombres entre las edades que acabamos de mencionar suelen tener pápulas
perladas, en forma más o menos prolífica. La mayoría de los hombres por
diversas razones no realiza una consulta médica por ello. También la mayoría
de los hombres no accede a un tratamiento médico eficaz y con resultados permanentes, por lo que una buena parte de su vida convive con este
problema y sus lamentables consecuencias. Al llegar a la vejez, las pápulas perladas suelen desaparecer por completo o atenuarse hasta hacerse casi
imperceptibles.
Si bien el color de las pápulas perladas semeja al resto de la piel de esa zona
del pene y el tamaño es poco más que el de la cabeza de un alfiler, resultan
visibles con la simple observación. Y también resultan notables a la
percepción del tacto, aunque de consistencia suave y sin rugosidades.
No reportan síntomas evidentes ni provocan infecciones de ningún tipo. No
acusan dolor ni leve ni agudo. Solo la incomodidad al tener pápulas perladas
se puede generar con el roce de las ropas. Asimismo, se puede sentir alguna
molestia, sobre todo cuando se está pendiente del problema, al momento de
tener relaciones sexuales y más aún cuando se utiliza un condón o
preservativo, que comprime y provoca roce en la zona afectada. Sucede que
las pequeñas protuberancias perladas son lo suficientemente sensitivas como
para acusar algunas molestias, que no por ello provocan una disfunción
eréctil, una eyaculación precoz ni nada que se le parezca.
De ninguna manera
impiden el coito. Si alguien tiene pápulas perladas y además padece de
disfunción eréctil y/o eyaculación precoz, le decimos que desvincule los
problemas porque la única relación que tienen es que se manifiestan a nivel
del pene. Lo cierto es que las pápulas perladas no provocan disfunción eréctil
y/o eyaculación precoz ni son consecuencia de la disfunción eréctil ni de la
eyaculación precoz.
Las pápulas perladas tienen carácter benigno en cuanto a afección orgánica y
por ende, se las pueden tildar de inofensivas y de una cuestión puramente
estética. Sin embargo, no resultan tan inofensivas cuando generan tamaña
preocupación en el varón que las padece.
Más allá de que se deben
desacreditar los temores sin fundamentos en cuanto a los problemas orgánicos
que puedan generar, no hay que desestimar las preocupaciones de índole
psicológico que llegan a provocar las pápulas perladas.
Y aunque los médicos aseguren el carácter benigno y puramente estético de
las pápulas perladas, para muchos hombres pueden ser uno de los motivos de
mayor preocupación en sus vidas. Por ello le dedicamos este informe
minucioso, porque sabemos que las pápulas perladas no son un problema
menor y no nos parece justo que alguien tenga que resignarse a vivir con
ellas. O que alguien tenga que resignarse a padecer con ellas.
¿Qué son las pápulas perladas?
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